La relación entre el precio del petróleo venezolano y el Índice Bursátil Caracas (IBC), se basa en el análisis aportado por Dornbusch, Fischer y Startz (2002) en lo referente a los conceptos “oferta agregada” y “demanda agregada”. Por tanto un portafolio de inversión debe estar principalmente constituido por acciones del mercado nacional cuando haya crecimiento del PIB. Así la tendencia primaria alcista, o la tendencia primaria bajista del Índice se relaciona con este dato macroeconómico publicado por el BCV:
Los cambios diarios en los índices tienen en cuenta el juicio de todos los inversores. Dichos cambios restan todo lo que puede afectar a la oferta y demanda de valores.
Con la experiencia se logra concebir que el análisis macroeconómico es prioritario para entender la evolución primaria del IBC, como de cualquier otro índice bursátil, ya que los inversionistas suelen estar pendientes de las noticias e informes del BCV y del Ministerio de Finanzas para decisiones de inversión bursátil además del análisis técnico y fundamental.
Se concluye que el IBC es influido por el Gasto Público (componente de la demanda agregada) y que está bien representado teóricamente por el modelo simple a tasas de interés fijas, tal como lo determina el panorama económico actual.
El promedio mensual del IBC y el promedio mensual de la cesta venezolana del barril de petróleo están positivamente correlacionados desde enero de 1996 hasta enero de 2006 (r = 0,74), Es de suponer que entre el año 2003 y 2006 la relación en el ámbito macroeconómico mejora debido al control de cambio, generador del excedente de liquidez monetario que no ha sido posible controlar por la política de absorción del BCV. Y el mismo Banco Central termina generando más excedente de liquidez monetaria cuando se remunera a los compradores de Certificados de Depósitos y mediante los traspasos de utilidades cambiarias al fisco nacional, de igual forma con el nuevo concepto de reservas internacionales excedentarias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario