El turismo en los espacios rurales permite la diversificación productiva; crea empleo, ofrece oportunidad laboral para todos, revaloriza el patrimonio cultural, el patrimonio ambiental, el entorno físico y anima el arraigo rural; mejora la calidad de vida de las personas relacionadas con el medio rural, ayuda al desarrollo local. El agroturismo debe concebirse como un tipo de turismo alternativo o una manera de hacer turismo, en cierta forma selectiva, dada las limitaciones que imponen el medio y su práctica, las regulaciones de uso de las áreas y las motivaciones de las personas. Incorpora una alternativa posible y atractiva, como estrategia de desarrollo regional. Si se dispone de recursos naturales y físicos, el agroturismo los puede aprovechar positivamente, les agrega nuevos usos y utiliza la mano de obra existente, de manera que no rivaliza con las actividades tradicionales. El agroturismo genera consecuencias positivas ambientales, sociales y culturales; pero también pueden producir algunas consecuencias ambientales negativas que deben ser tomadas en cuenta para certificar el desarrollo sustentable.
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Hace 15 años
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